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NFT: Tres letras que causan revuelo

Quizás a estas alturas hayas escuchado a alguien mencionar NFT o que, gracias a eso, se están haciendo ventas millonarias de arte digital alrededor del mundo. ¿Pero realmente sabes lo que es o lo que significa un NFT?

El término NFT es un acrónimo para Non Fungible Token o Token No Fungible. Digiriendo el significado de estas tres palabras —cuya unión suena sencillamente complicada— podemos definir el NFT como un certificado o token digital que no puede ser duplicado o alterado y que, por lo tanto, garantiza la autenticidad de un archivo digital respaldado por un método seguro y transparente de registro, un Blockchain.


Como comprobar la originalidad de un archivo digital era bastante complicado, este token fue creado para catalogar un archivo digital como único, en busca de poder transaccionar creaciones digitales, controlar su uso y llevar registro de su propiedad para poder rastrear su origen. Es un poco lo que hoy en día existe para bienes tangibles, como los títulos de propiedad. Y es lo que les está permitiendo a los artistas digitales monetizar sus creaciones.


Pese a que todavía hay mucho debate sobre quién fue el verdadero creador de la tecnología, es ampliamente conocido que el primer NFT data del 2014 de la mano de Kevin McCoy y Anil Dash por su creación llamada Quantum, lo que nos da una idea bastante clara de lo novedosa de esta invención.


Lo cierto es que entre el 2017 y el 2020 se comenzó a escuchar más sobre los NFT, pero no fue hasta este año, 2021, donde agarró tracción mundial por varias transacciones grandes que se han dado. ¡Y esto apenas está comenzando! Se estima que entre el 2017 y el 2021 se han transaccionado o se ha gastado alrededor de $174 millones en NFT.


¿Y cómo se traduce esto del NFT en la práctica? Algunos ejemplos nos ayudan a comprenderlo. Recientemente, se vendió el código original utilizado para crear el World Wide Web o lo que hoy conocemos como el internet. El creador de la web que todos usamos a diario, sir Tim Berners-Lee, creó un NFT de un archivo que contiene alrededor de 10,000 líneas de código que incluye el código utilizado en la creación del World Wide Web, un póster digital del código entero, una visualización animada del código y una carta escrita por el mismo Berners-Lee sobre la creación y el código en sí. Este NFT fue vendido por $5.4 millones, aun entendiendo que es un código abierto utilizado por miles de millones de personas, ya que sir Tim nunca patentizó el mismo. El NFT le garantiza al comprador que lo comprado es el original y puede rastrearse la compra a través del Blockchain directamente a sir Tim Berners-Lee, lo cual garantiza que mantendrá su valor y su originalidad.

La mayoría de la bulla que has escuchado sobre NFT ha sido alrededor de arte digital, pero también se ha utilizado para otras cosas como artículos de videojuegos como Avatar o espadas, videos de YouTube, canciones, fotos, código de programación, GIF e incluso memes. Un diseñador argentino hasta vendió diez piezas de muebles virtuales que puedes utilizar en cualquier espacio 3D como Minecraft. Realmente, todo lo que sea digital se puede comercializar a través de NFT. Aquí el mejor ejemplo que les puedo dar es el video de Charlie Bit My Finger, el video más viral de YouTube (con aproximadamente 885 millones de vistas), que fue vendido como NFT por $760,999 y el mismo ya fue removido de YouTube a solicitud del comprador.


Probablemente, te estarás haciendo la misma pregunta que yo: ¿De qué vale comprar un NFT de algo digital que puede ser reproducido fácilmente o que se le puede tomar un screenshot o foto de pantalla y compartir de mil maneras? La forma más sencilla para explicarte el valor y la razón por la cual la gente compra un NFT es con arte convencional. Piensa en la Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci. Supuestamente, está valorada en 860 millones de dólares y te aseguro que hay varios coleccionistas que matarían por tenerla en su colección privada. Ahora, la Mona Lisa está por todos lados, en vallas, en internet, en libros, seguramente ha sido compartida por redes sociales y por WhatsApp millones de veces y hasta hay reproducciones de ella. Pero, para un coleccionista, nada como tener la original. En esencia, esto es lo mismo que un NFT. Es un certificado digital inviolable el cual determina un archivo digital como “el original” y esto es lo que le genera el valor. Gracias a esta tecnología, ahora es posible darle el mismo valor a los archivos digitales como a los físicos.

Como todo en la vida, hay algunas cosas que no nos hacen mucho sentido cuando las vemos y nos enteramos cuánto pagan las personas por ellas. Pero al final, como dice el dicho: “Value is in the eye of the beholder”, que quiere decir que el valor de algo lo determina cada uno. Para ponerte en perspectiva qué tan grande es el mercado de los NFT, según DappRadar en mayo se intercambiaron alrededor de 85,000 NFT por un valor aproximado de $5.8 millones.


No pareciera mucho, pero cuando revisamos algunas de las transacciones más grandes de NFT que conocemos esto cambia:

  • “Everydays: the First 5000 Days”: creado por el artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, se vendió en $69 millones.

  • CryptoPunk (colección de 9 Alien Punks): creado por Larva Labs y que tiene varios en el top ten sumando más de $18 millones.

  • El primer tuit de Jack Dorsey y de Twitter, hecho en el 2006 y que decía “just setting up my twttr”: creado por el mismo CEO y cofundador de Twitter, Jack Dorsey, fue vendido por $2.9 millones.

  • “Forever Rose”: creado por el artista Kevin Abosch, es una foto de una rosa que fue vendida en el día de San Valentín por $1 millón.

Existen varios tipos de negociaciones que se pueden llevar a cabo a través de un NFT, las cuales van a determinar los derechos que tendrás sobre lo que estás comprando. Y es que no necesariamente por ser dueño del NFT eres dueño de todo, depende de lo que se acuerde con el creador o dueño inicial. Al adquirir un NFT, pasas a ser dueño del NFT o del archivo que conforma el NFT. Pero se pueden dar diferentes tipos de negociaciones con el creador, como son:

  • Uso personal: Es cuando eres dueño del NFT, pero no de los derechos, ni del control, ni del uso de la imagen para generar ingresos sobre lo que tu NFT representa. En otras palabras, eres dueño del cuadro original, pero el artista se quedó con los derechos del diseño y puede replicarlo, alterarlo o seguir usándolo para generar ingresos.

  • Uso comercial: Es cuando eres dueño del NFT y también de los derechos y, sobre todo, lo que representa dicho token. En otras palabras, compras el cuadro original, los derechos sobre la pintura y ahora tú eres el que decide dónde se puede usar y dónde no, quién la puede copiar o no, y ¡todos los ingresos generados por la misma te tocan a ti!

Para crear un NFT no es necesario saber de programación o de Blockchain. Es cuestión de entrar a alguna página que te permita crearlo —como Opensea— con el archivo y listo. Eso sí, no pienses que puedes entrar y hacerle un NFT a cualquier cosa y de la noche a la mañana hacerte millonario. Para lograr monetizarla, como mencioné, la creación debe tener algún significado o valor para alguien. Hay miles de NFT que están en el mercado o marketplace que nunca se venden o se venden por montos superbajos.

Y dentro de este nuevo mundo de los marketplaces, en donde se compran los NFT, hay algunos que son privados y necesitas una invitación para entrar, pero hay bastantes que son públicos y la mayoría funcionan bajo Ethereum (el Blockchain más utilizado actualmente). Te dejo un top 5 de los marketplaces más relevantes:

  • OpenSea

  • Rarible

  • Nifty Gateway

  • Mintable

  • Arkane Net

  • SuperRare (es como una red social de NFT)

Ahora que avanzamos más en el tema y entendemos qué es un NFT y cómo funciona, es importante recalcar que esto es solo el comienzo y que, en mi opinión, los NFT son solo la punta del iceberg de algo enorme, el Blockchain, la nueva manera de llevar registros de un modo seguro y trasparente, ya que los mismos no se pueden alterar y se guardan varias copias para siempre poder comprobar su autenticidad.


Aunque se trata de una tecnología bastante inmadura y pese a que no sabemos a ciencia cierta cómo evolucionará ni si realmente este auge de crecimiento exponencial será sostenible a largo plazo, al tener un sinfín de aplicaciones la utilización del NFT podría pasar, poco a poco, a ser más común y aceptada. Quizás, incluso, muy pronto podríamos estar utilizando los NFT para vender arte convencional, cualquier tipo de coleccionables y muchas cosas más. El futuro nos dirá qué pasará, pero lo cierto es que lo digital llegó para quedarse…

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